domingo, 30 de marzo de 2014

Fotografía aérea y fotografía orbital


La fotografía aérea supone una análisis de la superficie terrestre mediante el empleo de máquinas fotográficas instaladas a bordo de diversos medios aéreos. Encuentra aplicaciones en el campo de la investigación arqueológica o geológica, así como en agricultura para recabar información sobre la naturaleza de los terrenos y la extensión  de los cultivos, o en el campo militar para obtener información sobre objetivos estratégicos. En la arqueología se utiliza como método de prospección del subsuelo para descubrir estructuras en el subsuelo sin necesidad de excavar.

Desde el comienzo del siglo XXI, la fotografía aérea desde aviones y helicópteros no tripulados (drones) vive un crecimiento notorio. Estos drones están generalmente equipados de herramientas de navegación (GPS, giroscopio, etc.). Sin embargo, son pocos los países que han establecido normas específicas para regular el vuelo de estas naves: el comportamiento de las autoridades frente al vuelo de drones varía en cada nación.

La fotografía orbital permite la obtención de imágenes de altura muy superior a aquellas propias de la fotografía aérea, de la cual constituye una extensión, mediante aparatos fotográficos situados sobre vehículos espaciales o satélites en órbita en torno a la Tierra. Entre sus varias aplicaciones cabe señalar los estudios meteorológicos, la investigación sobre la contaminación de los mares o sobre los recursos naturales, etc.


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